14 de Marzo – Día Mundial del Riñón.

Se estima que la enfermedad renal crónica (ERC) afecta a mas de 850 millones de personas y fue causa de mas de 3.1 millones de muertes en 2019. En la actualidad, la enfermedad renal es la octava causa de muerte y si se deja sin abordaje y atención, se proyecta que será la 5a. Causa de muerte en 2040. En las últimas tres décadas, los esfuerzos de tratamiento de la ERC se han centrado en prepararse para y ofrecer terapias de reemplazo de la función renal.

La insuficiencia renal ya es una patología grave en sí misma, no necesita de otros síntomas para ser tomada en cuenta y tratada con esmero.
Realmente, los riñones son el gran filtro del cuerpo que ayuda a desechar todas las toxinas que producimos o ingerimos, por medio de la orina. Si este filtro no funciona o se obstruye, nos intoxicaremos a niveles que pueden llegar a ser letales.
Ahora bien, tener unos riñones enfermos también aumenta las posibilidades de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebro vasculares, dado que nuestra sangre permanecerá sucia, bien sea por exceso de colesterol, es decir grasa, o cualquier otro tipo de sedimentos que no fueron drenados por medio de la orina.
¿Cómo se puede realizar una detección temprana de problemas en los riñones?
La buena noticia, es que detectar cualquier mal funcionamiento en los riñones es muy sencillo, porque solo basta un simple análisis de sangre y orina. Si los riñones están trabajando como deben, los niveles arrojados por los análisis estarán en sus patrones normales, pero si cualquiera se encuentra fuera de rango, es motivo para realizar un estudio más a fondo.
Ojo, no siempre unos valores extraños significan que hay problemas en los riñones. Se pueden deber a una simple infección de orina, problemas a nivel de la vesícula o incluso problemas de circulación sanguínea. Pero, cualquiera que sea el detonante, es mejor haberlo detectado a tiempo.

¿SABÍAS QUE?

Avances terapéuticos recientes, ofrecen oportunidades sin precedentes para prevenir o retrasar la enfermedad Cardio vascular y la falla renal, lo que prolonga tanto la calidad como la cantidad de la vida de aquellos que viven con enfermedad renal crónica. Estas nuevas terapias deberían ser universalmente accesibles para todos los pacientes, en todos los países y ambientes, sin embargo, barreras como falta de conciencia sobre la posibilidad de ser portador de enfermedad renal crónica, conocimiento y confianza aun insuficiente sobre estas nuevas terapias, escasees de especialistas en enfermedades del riñón y alto costo de los tratamientos, contribuye a disparidades profundas en acceso, particularmente en países de ingresos económicos medios y bajos, pero también en algunos países de ingresos altos. Estas in equidades nos obligan a promover con énfasis un cambio de foco hacia un incremento de la conciencia sobre la enfermedad renal crónica en la comunidad y a crear y aumentar el desarrollo de capacidades de la fuerza laboral de atención a la salud.

Lograr una atención óptima de las enfermedades de los riñones, requiere superar barreras en múltiples niveles y al mismo tiempo considerar las diferencias de contexto entre regiones del mundo. Estos incluyen: brechas en el diagnóstico temprano, falta de cobertura de seguro y de atención médica universal, poca conciencia entre los trabajadores de la salud sobre la enfermedad renal crónica y desafíos en cuanto al costo y accesibilidad de medicamentos. Se requiere una estrategia múltiple para salvar riñones, corazones y vidas.