Este artículo fue redactado por el Dr. Victor Andrés Reyes Rodríguez, quien forma parte del equipo de médicos de Hospital Multimédica Norte. ¡Gracias Dr. por tu colaboración en este espacio! ¡Agenda tu cita al 2169-1860 o 4625-6000! 

 

¿QUÉ ES?

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es un trastorno neurodegenerativo rápidamente progresivo del sistema motor, caracterizado clínicamente por la disfunción de las neuronas motoras superiores e inferiores.

El inicio de la enfermedad es típicamente focal e involucra extremidades superiores o inferiores, pero en fases terminales involucra región bulbar y por lo tanto disfunción respiratoria representa una fase terminal de la enfermedad.

 

INCIDENCIA

Hay dos formas conocidas de ELA, la esporádica que se presenta en individuos sin antecedentes familiares de la enfermedad y la familiar ocurriendo en al menos dos personas en la misma familia.

La forma esporádica comprende el 85-90% de todos los casos, siendo la forma familiar una incidencia del 10-15%. La incidencia de ELA difiere ligeramente entre los géneros; en el caso de la esporadica, los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de contraer la enfermedad (3 por 100,000 habitantes por año) en comparación con las mujeres (2.4 por 100,000 habitantes por año); sin embargo, en el caso de las formas familiares el riesgo se mantiene en niveles similares para ambos sexos. El rango de edad al inicio es de 58 a 63 años para la ELA esporádica y 47 a 52 años para la ELA familiar.

 

PRESENTACIÓN CLÍNICA

La mitad de los pacientes con ELA muere dentro de los 2 a 5 años del inicio de los síntomas, generalmente por insuficiencia respiratoria; Sin embargo, algunos pacientes sobreviven más de una década a partir del diagnóstico inicial.

Aproximadamente el 70% de los pacientes presenta un ELA de inicio en las extremidades, aproximadamente el 25% de los pacientes tiene enfermedad de inicio bulbar, y el resto de los pacientes (5%) manifiestan compromiso respiratorio.

Los síntomas dependen de qué región neurológica o nivel motor se ve afectada.

  • Inicio de bulbar es asociado con la neurona motora superior y/o inferior.
  • La parálisis bulbar (neurona motora inferior) se asocia con una deficiencia en el movimiento palatino con debilidad, desgaste y fasciculación de la lengua.
  • Parálisis pseudobulbar se manifiesta con mandíbula enérgica, sacudida, disartria y labilidad emocional.
  • El inicio cervical está asociado con síntomas de extremidades superiores, bilaterales o unilaterales, que afectan a las neuronas motoras superiores y / o inferiores.
  • La debilidad proximal presenta problemas que afectan las actividades diarias del paciente.
  • El inicio lumbar está vinculado a las neuronas motoras inferiores y los síntomas incluyen fasciculaciones, desgaste y debilidad.

 

FACTORES DE RIESGO

Hoy en día, hay mucha investigación sobre los factores de riesgo probables para la ELA. Edad avanzada, sexo masculino, y todos los antecedentes familiares de ELA se han establecido como factores de riesgo.

Las mutaciones genéticas que conducen a la aparición de las formas familiares representan solo el 10-15% de todos los casos de ELA y el 85-90% restante de todos los casos son de etiología desconocida. Aunque la patogenia exacta sigue sin estar claro, en general se acepta que tanto los contribuyentes genéticos como los no genéticos desempeñan un papel en la patogenia de la ELA.

Nuevas tecnologías como el mapeo de genes nos han permitido detectar alrededor de 30 mutaciones implicadas en la patogénesis de la ELA. La primera mutación implicada en la ELA, descubierta en 1993, fue una mutación del gen de la superóxido dismutasa 1 (SOD1), hoy en día, más de 20 diferentes. Mutaciones en genes como SOD1, TARDBP, FUS, OPTN, VCP, UBQLN2, C9orf72 y TBK1 contribuyen al desarrollo de este desorden.

Aparte de las causas genéticas, una serie de factores ambientales probablemente contribuyen a el desarrollo de la ELA.

 

TRATAMIENTO

No existe una cura conocida para la ELA, pero en la actualidad existen dos tratamientos reconocidos como modificadores de la enfermedad.

El más mas disponible es el Riluzol aprobado en 1995.

Riluzole retarda la progresión de la ELA, pero su eficacia es modesta, con un beneficio de supervivencia de aproximadamente 3 meses y un aumento del 9% en la sobrevida a un año. El riluzol es un agente antiglutamatérgico, dirigido a la excitotoxicidad, se cree que desempeña un papel en la fisiopatología de la ELA, el conocimiento exacto del mecanismo de acción está bien establecida, se cree que puede contribuir a una disminución de la excitotoxicidad: inhibición presináptica de la liberación de glutamato, desaceleración e inactivación de los canales de potasio, inactivación de los canales de sodio dependientes de voltaje, proteína inhibidora quinasa C, e interferir con los eventos intracelulares después de la unión del transmisor en el amino excitador.

El segundo tratamiento modificador de la enfermedad que ha sido aceptado recientemente para pacientes con ELA es el Edaravone, un agente antioxidante fuerte, se ha informado que elimina los peróxidos lipídicos y los radicales hidroxilo.

El mecanismo de la acción es incierto, presumiblemente mitiga el daño oxidativo en las neuronas y glía vecinas que están en riesgo de degeneración en la ELA. El fármaco demostró ser beneficioso, exponiendo una inhibición efectiva de la función motora.

Existen otras terapias en estudio las cuales se pueden dividir en siete grupos generales, principalmente basados ​​en modelos fisiopatológicos de la enfermedad. Los grupos incluyen Anti-apoptoticos, anti-inflamatorios, anti-excitotoxicitatorios, anti-oxidantes, anti-agregantes, neurotrófico y neuroprotectores, ademas se discute un grupo por separado no farmacológico de terapias con células madre.