“- Sé libre de amar a quien quieras y siéntete orgulloso de ser quien eres.”

 

LGBTTTIQ+

La orientación sexual puede ser, por ejemplo, lésbica (mujeres que se sienten atraídas por otras mujeres), gay (hombres que se sienten atraídos por otros hombres), bisexual (personas que se sienten atraídas tanto por hombres como por mujeres), pansexual (personas que se sienten atraídas por otras personas, al margen de su género) o asexual (personas que no se sienten sexualmente atraídas por nadie).

 

Historia 

Desde 1945, los primeros grupos homófilos de E.E.U.U., intentaron demostrar que las personas homosexuales podían insertarse en la sociedad, y fomentaron una cultura de no confrontación entre homosexuales y heterosexuales, y otros asuntos en los que existe discriminación, como legalización del matrimonio homosexual o el establecimiento de familias homoparentales ( adopción de hijos por homosexuales), el respeto a las personas transexuales y su derecho al cambio legal de sexo y nombre, así como tratamientos hormonales, quirúrgicos, etc.

¿Por qué son importantes los derechos LGBTI?

Toda persona debe poder sentirse orgullosa de ser quien es y de amar a quien ama. Todas las personas tenemos derecho a expresarnos con libertad. El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (que consagró por primera vez los derechos de todas las personas) protege el derecho de toda persona a expresarse con libertad.

Erradicar la homofobia y la transfobia salva vidas. El acoso contra la población LGBTI pone a aquellas personas que se identifican como LGBTI en una situación de grave peligro de sufrir daños físicos y psicológicos. Toda persona tiene derecho a la vida, la libertad y la seguridad. 

Si acogemos a la población LGBTI y entendemos sus identidades, podremos aprender a eliminar muchas de las limitaciones que imponen los estereotipos de género. Estos estereotipos son nocivos para toda la sociedad, ya que definen y limitan cómo se supone que debemos vivir la vida. Si los eliminamos, todas las personas serán libres de desarrollar todo su potencial, sin limitaciones sociales discriminatorias.

La población LGBTI y, en especial, quienes no se ajustan a las convenciones de género, a menudo corren peligro de sufrir exclusión económica y social. La lucha por leyes más inclusivas, al margen de la orientación sexual y la identidad de género, permitirá a estas personas realizar sus derechos a la salud, la educación, la vivienda y el empleo.
En todo el mundo hay personas que enfrentan violencia y desigualdad —y a veces torturas o incluso ejecución— debido a quiénes aman, qué aspecto tienen o quiénes son. La orientación sexual y la identidad de género son aspectos integrales de nuestra individualidad y en ningún caso deberían ser motivo de discriminación ni abusos.