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¿Qué es? 

La hipoacusia o sordera, es el deterioro funcional que ocurre cuando una persona pierde capacidad auditiva de diversa intensidad; puede ser superficial hasta profunda. La pérdida auditiva constituye un motivo de consulta muy frecuente en las consultas de atención general y especializada. Su causa se relaciona a múltiples factores (desde el embarazo, nacimiento y/o posterior al nacimiento).

Existen diversos grados de hipoacusia:

  • Leve
  • Moderada
  • Severa
  • Profunda

 

Estadísticas 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que la discapacidad auditiva (pérdida auditiva mayor de 25 dB) es cada vez mayor; en 2015 osciló en 700 millones y para 2025 se estima cerca de 900 millones de personas que presentarán esta discapacidad. Estudios realizados en Canadá, Estados Unidos y Europa reportan que en la actualidad, la audición se empieza a perder 20 años antes que en el pasado por lo que cada vez es más frecuente en gente joven. (Chávez 2008).

El deterioro auditivo durante la infancia repercute además en deterioro de las habilidades lingüísticas y retraso en el desarrollo social, especialmente en  niños con hipoacusia severa o profunda. Los costos de atención de niños con hipoacusia son más de 3 veces superiores al de niños con audición normal (Schroeder 2006). Se aprecia que, aproximadamente 25% de los casos son de origen genético, otro 25% está asociado a factores de riesgo no genético y, en el 50% restante la causa no es  determinada. (CENETEC 2009).

 

En los recién nacidos

La causa más común de discapacidad auditiva es congénita y afecta uno a tres de cada 1000 nacidos vivos. El estudio integral de la hipoacusia congénita requiere investigar antecedentes durante el embarazo, el nacimiento y posteriores al nacimiento que pueden provocar daño neurológico, tales como; infecciones en el embarazo (rubéola, citomegalovirus, sífilis, toxoplasmosis, entre otras), prematurez, consanguinidad, falta de oxígeno, sufrimiento fetal, historia familiar de pérdida auditiva, calificación Apgar al minuto de 1-4 ó de 0 a 6 a los 5 minutos, ventilación mecánica por más de 5 días, anomalías cráneo faciales entre otros. (Hernández 2007)(CENETEC 2009)(Martínez 2003).

 

Detección Oportuna 

El tamiz auditivo es el paso inicial en el protocolo de la detección oportuna de hipoacusia, permitiendo realizar el diagnóstico e intervención temprana a través de la colocación del implante coclear para iniciar la rehabilitación adecuada, evitando el deterioro de las habilidades lingüísticas y el retraso en el desarrollo social. Los métodos disponibles para llevar a cabo el tamiz auditivo son las emisiones otoacústicas (EO) y los potenciales evocados auditivos de tallo cerebral (PPATC).

Niños: Con hipoacusia o sordera pueden tener retraso de lenguaje, de aprendizaje y  problemas de comportamiento social.

Adultos: La hipoacusia, es uno de los problemas de salud que afecta a uno de cada tres personas de 65 a 74 años. Casi la mitad de las personas mayores de 75 años tienen dificultad para oír. Cuando hay problemas de audición, puede ser difícil oír los timbres, el teléfono y las alarmas. También puede ser difícil mantener las conversaciones. Esto puede ser frustrante, causar ansiedad y producir enojo y aislamiento social. Muchas personas van perdiendo audición lentamente a medida que envejecen tan solo por problemas degenerativos propios de la edad, esto se conoce como presbiacusia en ausencia de enfermedades o accidentes causales.

La exposición a ruidos intermitentes fuertes durante años en el trabajo (trabajadores de la industria, construcción, agricultores, músicos, trabajadores del aeropuerto, jardineros, militares entre otros), o derivada de conductas sociales como uso prolongado de audífonos para escuchar música en alto volumen, es otra razón para  pérdida de audición. La pérdida de audición también puede ser el resultado de infecciones por virus o bacterias, enfermedades del corazón, daño al cerebro, traumas en la cabeza, tumores y medicamentos dañinos del oído (ototoxicos).

 

¿Qué hacer ante la sospecha de hipoacusia?

Solicitar atención médica, puede ser con su médico de familia o directamente con especialistas (el diagnostico de hipoacusia es multidisciplinar, donde participan; pediatría, audiología,  otorrinolaringología, medicina interna, cardiología, neurología, etc.), quienes identificarán de manera oportuna los factores de riesgo y de esta manera iniciar métodos preventivos, así como las actuaciones necesarias para integrar el diagnóstico y tratamiento oportuno.

Para evaluar la audición, se cuenta con estudios subjetivos (acuametría o diapasones, audiometría tonal y Logoaudiometría), así como, pruebas objetivas (emisiones otacústicas, potenciales auditivos de tallo cerebral, impedanciometria). En ocasiones son necesarios estudios de laboratorio e imagen como tomografía y/o resonancia magnética.

  • La audiometría tonal es considerada el estudio fundamental dentro de la evaluación diagnostica de trastornos auditivos cuando el sujeto tiene la edad y las condiciones físico funcionales adecuadas para participar activamente durante el estudio.
  • La impedanciometria, es el estudio que mide las resistencias al paso de las ondas sonoras en el conducto auditivo externo, la membrana timpánica y la cavidad del oído medio. Es altamente confiable para detectar trastornos en la conducción periférica del sonido, y se complementa con reflejos acústicos para evaluar la conducción del sonido a nivel central.
  • Las emisiones otacústicas, corresponden a la identificación de respuesta funcional de las células especializadas en transmitir la señal del sonido del oído interno hacia el sistema nervioso, de tal manera, que su presencia predice adecuada función del órgano sensorial auditivo llamado cóclea, y su ausencia requiere un protocolo de estudio para identificar diversos trastornos asociados con pérdida auditiva.

 

Los potenciales auditivos del tallo cerebral, son la identificación de señales electroacústicas al interior de la vía auditiva, a fin de evaluar la transmisión de la señal a partir del nervio auditivo hacia zonas del sistema nervioso que muestran integridad o afectación de dicha vía y con dichos resultados ser oportunos en la intervención médica.

 

Tratamiento 

Existen diferentes abordajes destinados a prevenir y/o mejorar los efectos de la sordera o hipoacusia. Su aplicación depende del origen, las causas y las características de la lesión que causa dicha sordera. La rehabilitación auditiva y/o auditivo verbal, contribuya a disminuir los índices de discapacidad auditiva y para ello participa un equipo multidisciplinario don de la máxima consiste en detección oportuna e intervención temprana.

Los programas de tamiz auditivo neonatal e intervención temprana en el país, no solo representan el derecho a la salud, sino también la respuesta a los derechos fundamentales de los niños. El conocimiento, prevención y atención oportuna de los factores de riesgo audiológico a través de la vida, cada vez son más requeridos por la población que demanda una acción oportuna del quehacer médico y de esta manera atender de forma integral las necesidades audiológicas de la población mexicana.

Los dispositivos electrónicos implementados en la rehabilitación auditiva (auxiliares auditivos, implante coclear, implante de oído medio y de tallo cerebral entre otros), forma parte de una gama de posibilidades para atender los grados de discapacidad auditiva y fomentar la comunicación como un elemento tanto de salud física como emocional y de integración familiar.