Este artículo fue redactado por L.E.O Daniel Bernal, quien forma parte del equipo de Unidad de Vigilancia Epidemiológica de Hospital Multimédica Norte.

¡Gracias Daniel, por tu apoyo con este artículo y por todos tus esfuerzos para la concientización de este, y de muchos otros temas más! 

 

Debe haber algo extrañamente sagrado en la Sal. Esta en nuestras lagrimas y en el mar. Gibran Jalil.

 

¿Es usted de los que le echan sal a la comida antes de probarla?, ¿de los que condimentan con mucha sal y limón sus botanas de jícama, pepino, mango o naranjas?, ¿de los que les compran a sus niños “chamoy” y “dulces saladitos”?, ¿de los que piden pizza a domicilio?, ¿de los que se refrescan con micheladas?

Si contesto Si a alguna de las preguntas anteriores, “en hora buena”, eres un adicto a la sal.

 

El exceso del consumo de sal ha sido un tema que tanto gobiernos como organizaciones enfocadas en salud han buscado poner en el mapa. Quienes deciden consumir alimentos con altos índices de sodio, se encuentran en riesgo de aumentar su presión arterial y este constituye el principal factor de riesgo de muerte por ataque cardíaco. De igual forma puede provocar un accidente cerebrovascular e insuficiencia renal. Por eso la semana de marzo (del 12 al 18 de marzo) está dedicada, en el calendario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la concientización y sensibilización sobre el consumo excesivo de sal (cloruro de sodio).

Se han implementado medidas para ayudar con este problema de salud a nivel federal. Por ejemplo:

En la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Salud, ordenó retirar los saleros en los restaurantes de la capital con motivo de la campaña “Menos sal, más salud” en el 2013. Esto con el fin de crear conciencia en los comensales de los daños a la salud por consumir el producto de forma excesiva.

 

De acuerdo con la OMS, existen cuatro estrategias en la búsqueda de la reducción de la ingesta de sodio en la población, por medio de:

  • La reformulación de productos alimentarios con menos sal y fijar niveles objetivos de contenido del condimento en las comidas y alimentos
  • Crear un entorno favorable dentro de las instituciones públicas, por ejemplo hospitales, escuelas, centros de trabajo y residencias con opciones con menos niveles de sodio
  • Los medios de comunicación deben ser parte dentro de las campañas e instar a un cambio al comportamiento
  • Etiquetados frontales en envases para ayudar a los consumidores en la identificación de productos con alto nivel de sal.

 

Dicho esto debemos agregar que no se trata de satanizar la Sal sino de que se haga un consumo moderado de esta. No todo lo relacionado con la sal es malo, pues si se consume de forma moderada, se puede ayudar a mantener al organismo hidratado y las células con el agua necesaria. Su función también es regular fluidos del cuerpo y de igual forma tiene una gran importancia en el sistema nervioso pues ayuda a la transmisión de impulsos de forma correcta al cerebro.

Según señalan encuestas de sector salud, los mexicanos ingieren entre 7 y 9 gramos de sal al día y de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, en el país la prevalencia de hipertensión arterial en adultos de 20 años en adelante es del 25.5%. Por ello, es importante llevar un control de sodio y así evitar enfermedades a futuro y poder llevar una vida saludable, pues actualmente muchas personas desconocen que tienen un problema originado por los altos niveles de sal en sus alimentos.

Sabiendo todos estos datos te invitamos a moderar tu consumo de sal y dejes atrás tu adicción. Te aseguramos que mejoraras tu nivel de vida y redescubriras todos los sutiles y deliciosos sabores que se ven opacados por el sabor tan fuerte de la sal.

– Citando al escritor David Fishman.

“La sal es como la emoción negativa, un poco de sal mejora el sabor, Demasiada sal la hace incomible, cuida cuanta sal le hechas a tu vida”